El liderazgo es una competencia profesional que necesitas desarrollar constantemente para obtener el éxito laboral que estás buscando, y aunque convertirte en líder no es difícil, si que requiere reflexionar sobre lo que implica ser realmente un buen líder, que marque una diferencia.
Introducción
El liderazgo ha permitido la evolución de nuestra sociedad. ¿Te imaginas en qué punto nos encontraríamos si no hubiesen existido grandes líderes a lo largo de nuestra historia como humanidad? Es imposible darte una respuesta certera, pero te puedo asegurar que nuestra especie estaría extinta hace mucho tiempo.
Necesitamos de los líderes para seguir adelante, porque aunque cada uno de nosotros puede avanzar solo, la realidad es que trabajar en equipo es fundamental para lograr grandes cosas, siempre y cuando el esfuerzo conjunto esté enfocado.
Y la principal tarea de un líder es enfocar a las personas, de modo que todos estén en sintonía para alcanzar un objetivo común. Si este objetivo no se cumple el liderazgo habrá fallado, aún a pesar de tener éxito en otras cuestiones. Porque un líder está para generar resultados, para crear un cambio.
Ahora bien, hablar de liderazgo es entrar a un tema sobre el que existen muchas opiniones, ya que al no ser una ciencia exacta cada quien puede tener una opinión distinta, lo que sin duda enriquece el concepto. El problema radica en que muchas veces se desvirtúa la idea del liderazgo, al trata de adaptarla a prácticamente todo.
Entonces surgen infinidad de preguntas del tipo ¿cómo saber si soy un líder?, ¿qué no es un líder?, ¿qué hacen los grandes líderes?, ¿cómo puedo aprender a liderar?, etc.
Estas y muchas otras son preguntas válidas, cuya respuesta no se debe complicar demasiado, pues entender lo que implica el liderazgo es en realidad algo sencillo. Lo que si debe tener bien claro es que para ser un buen líder primero debes estudiar la teoría básica y una vez que la conozcas podrás hacer las modificaciones que consideres necesarias.
Entender el liderazgo y su importancia es fundamental para todo aquel que quiera ser líder en algún momento de su vida, con el objetivo de marcar una diferencia. Y para quien ya ha sido un líder o es actualmente un líder, entender cómo se puede mejorar es el paso siguiente, obligado de cara a llegar a la cumbre del liderazgo, que es la formación de otros líderes.
¿Qué es el liderazgo?
De manera muy general el liderazgo es el conjunto de habilidades que tiene una persona y que puede usar para influir en la forma de pensar o de actuar de otros, ya sea de manera individual o grupal.
Algunas de esas habilidades son: comunicación, persuasión, inteligencia emocional, negociación, trabajo en equipo, organización, planeación y atención, por mencionar solo algunas cuantas.
Socialmente se acepta a alguien como un líder cuando los demás notan que puede delegar, innovar, gestionar, promover, convocar, incentivar, motivar, evaluar, etc., aunque debe demostrar que puede usar esto en favor de todos.
Porque un líder lo es debido a que quienes lo siguen consideran que puede representar un cambio positivo para la mayoría, y cuando esta percepción cambie el líder perderá el apoyo muy rápidamente.
Además, solemos entender que un líder es alguien a quien la gente elige porque quiere seguirlo, haciendo así una diferenciación con el concepto de jefe, que también es un líder, solo que del tipo posicional.
Cualquier líder posicional, si quiere obtener el apoyo de las personas que lo rodean, debe dejar de lado su título y ganarse la designación a pulso, lo que requiere evitar a toda costa usar su poder para lograr algo.
¿Por qué es importante el liderazgo?
La organización de grupos ha sido fundamental para el desarrollo de la humanidad desde que comenzamos a establecernos en lugares fijos, y en todo grupo organizado siempre ha existido un líder.
Actualmente en toda agrupación el liderazgo sigue siendo imprescindible, ya que el líder es el elemento conductor que orienta de la mejor manera los esfuerzos de todos para lograr el bien común.
De hecho, esta es justamente la razón de existir del liderazgo: buscar el bien común, porque en algún momento de nuestra historia nuestros ancestros se dieron cuenta de que unidos podemos lograr cosas que solos no podemos.
De hecho, todos los acontecimientos importantes de la humanidad se han materializado mediante el accionar de grupos, dentro de los cuales siempre hay referentes que destacaron en los momentos más importantes.
Estas personas referentes son las primeras que se sobreponen a las dificultades y con su ejemplo permiten que otros también se sobrepongan, generando una percepción de cambio que poco a poco se materializa.
Es importante mencionar que, este o no este formalizada la posición de liderazgo, siempre habrá quien comience a hacerse cargo de tomar las decisiones necesarias y de responsabilizarse de los resultados de las mismas.
¿Cómo se puede mejorar el liderazgo?
Ahora que sabemos que es el liderazgo y cuál es su importancia, el siguiente paso lógico es analizar cómo podemos mejorarlo, cuestión fundamental pues líder que se queda quieto y no mejora pronto dejará de ser líder.
Y déjame decirte algo: ser un líder es muy difícil, por lo que no es algo para todos. El principal obstáculo para mejorar en este aspecto es la falta de control sobre uno mismo, también conocido como autocontrol.
A lo largo de la historia existen muchos personajes que se encontraron en posiciones de poder, pero que debido a la falta de autocontrol nunca pudieron consolidarse como líderes ante sus seguidores (caso de varios reyes).
Además, para mejorar como líder hay que superar muchas creencias limitantes que se adquieren a lo largo de la vida, lo cual requiere autoanalizarse y autocriticarse, dos acciones que no cualquiera afronta.
Porque créeme, no cualquiera puede superar “un ataque” contra sus cimientos más básicos, y más difícil aún es cambiar algo que tenemos tan interiorizado que forma parte de nuestro ser.
Y, por último, para ser un mejor líder es fundamental ser original. Deja de imitar a quien sea que estés imitando y construye tu propio liderazgo, eso sí, ve lo que otros hacen y sobre esa base crea tu propio sistema.
¿Existe el liderazgo natural?
Esta es la primera cuestión que hay analizar cuando hablamos de liderazgo, porque la mayoría de las personas consideran que no nacieron con las habilidades necesarias para ser líderes, razón por la cual ni siquiera intentan liderar.
Si la pregunta implica que existan personas que nacen siendo líderes, entonces la respuesta es no, así de fácil. Porque los líderes no nacen, se hacen, en especial los grandes líderes, quienes llegan a tal punto debido a que han sido moldeados por las adversidades.
Lo que si te puedo decir es que hay una parte genética que si puede tener influencia desde el momento de tu nacimiento. Me refiero a que para ser un buen líder se requieren de ciertas habilidades que son parte crucial de la personalidad de cada ser humano, y a través de los genes podemos adquirir “la chispa inicial” que se necesita para ser líder.
A pesar de esto, si no se desarrollan las habilidades necesarias a lo largo de la vida, aún a pesar de tener esa predisposición genética, entonces no se logrará ser un buen líder.
Inclusive alguien que no haya heredado ninguna habilidad crucial de sus padres podría convertirse en un líder, pues aunque la herencia genética es importante, no determina lo que alguien puede o no llegar a ser.
Por lo tanto, aunque hay personas que tienen tendencia a ser mejores en ciertas habilidades, no hay nada que no se pueda superar con constancia, esfuerzo y dedicación. Olvídate de que no naciste para liderar, porque si realmente es algo que tienes y/o quieres hacer, entonces manos a la obra.
¿Hay diferencia entre líder y jefe?
Actualmente existe la idea sobre simplificada de que ser líder es bueno y ser jefe es malo. La realidad es que la cuestión no se trata de determinar si se es bueno o malo, porque al final esta es categorización bastante subjetiva. Lo que puede ser bueno para mi puede ser malo para ti, y a la inversa.
Por tanto, prefiero hablar de eficiencia, productividad y organización, que son parámetros medibles y que nos pueden indicar si un jefe o un líder está haciendo bien su trabajo.
Con lo anterior sobre la mesa, soy de la idea de hablar de líderes eficientes y líderes no eficientes, así como de jefes eficientes y jefes no eficientes. De esta manera se pone el foco en sus resultados y no es su personalidad, que aunque es clave tampoco es aquello que se debería evaluar en primer lugar, para no dar pie a muchos juicios de valor que pueden llegar a ser injustos.
Entonces, la diferencia entre un líder y un jefe radica en el fin último de su presencia. El líder está para inspirar, para ser un ejemplo que quiera ser seguido por otros. El jefe está para que las cosas se hagan en tiempo y forma. ¿Uno puede entrar en el terreno del otro? Por supuesto, hay personas capaces de desempeñar las dos funciones, pero no porque las mezclen, sino porque entienden sus dos roles.
Lo que hay que tener bien claro es que existen muchos trabajos donde no necesariamente requieres un líder para que todo marche bien, con un jefe eficiente se alcanzarán los objetivos. Así mismo, hay cuestiones para las cuales un jefe puede quedar corto y entonces necesitas un líder.
El problema actual radica en que la palabra jefe se usa de forma despectiva, entonces ya nadie quiere ser un jefe, sino convertirse en un líder. Pero hay que entender que para convertirse en un buen líder existen varios caminos, siendo que el más común de ellos pasa por ser buen jefe, por lo que es una etapa del camino en la cual hay que aprender para avanzar al siguiente escalón.
Tipos de liderazgo
El liderazgo no es algo rígido que se pueda clasificar de forma exacta, por lo que existen muchas clases de liderazgo, cada una de las cuales presenta algunos puntos claramente identificables pero otros no tanto.
Además, no existe un líder que se rija por un solo tipo de liderazgo, sino que hay que tratar de tomar lo mejor de cada estilo de liderazgo, que es algo que los grandes líderes hacen con mucho éxito.
Liderazgo formal
Un líder formal es aquel que se encuentra en una posición de liderazgo que le ha sido conferida de forma directa o mediante una elección. En cualquier caso el líder debe ganarse su posición ante los demás, quienes en un inicio solo lo verán como el jefe, y aunque no resulta complicado convertirse en el líder, la mayoría comete errores básicos que no le permiten hacerlo.
De hecho, al ser un líder formal y querer convertirse en un líder autocrático, inmediatamente se pierde toda credibilidad, y para recuperar al equipo habrá que esforzarse mucho. Lo mejor es que un líder formal dirija como un líder democrático, lo que le permitirá ganarse la confianza. El liderazgo político es un tipo de liderazgo formal.
Liderazgo informal
Es la contraposición del liderazgo formal, en la cual un líder lo es porque así lo ha aceptado la gente, en reconocimiento por su trabajo, o porque consideran que es la persona indicada para organizar a los demás.
En este tipo de liderazgo no existe una designación formal, ya sea directa o mediante votación, por lo que se entiende que la gente sigue al líder por absoluta voluntad y que en el momento que así lo decidan pueden también dejar de seguirlo.
Este tipo de liderazgo es poderoso, dado que no hay imposición alguna de las partes involucradas, de modo que las personas están ahí con la voluntad de representar una diferencia.
Liderazgo democrático
Este estilo de liderazgo se destaca por promover y solicitar la participación de todos los miembros del equipo, lo que implica que existe libertad para opinar y disentir sin que esto signifique un problema. También se le conoce como liderazgo participativo.
Los líderes democráticos tienen gran confianza en ellos mismos, lo que les permite pedir a otros que pongan a juicio sus decisiones y resultados, pues aunque no es sencillo, saben que pueden obtener retroalimentación muy valiosa.
Inclusive es posible tomar decisiones mediante la votación, y aun cuando no gane la propuesta del líder, este sabe cómo respetarla, lo que sin duda le genera mejor reputación entre la gente.
Liderazgo autocrático
Aunque este estilo de liderazgo está siendo relegado de las empresas, la realidad es que siempre van a existir organizaciones en las cuales se requiere de un líder autocrático, por ejemplo, en los ejércitos y en los equipos de emergencias. También se le conoce como liderazgo autoritario.
Un líder autocrático es aquel que concentra la toma de decisiones y no permite que alguien más ponga en duda lo que ha dicho. En algunas ocasiones es posible que solicite consejo a su gente más cercana, pero al momento de tomar una decisión hará que se respete sin importar si surgen nuevas ideas u opiniones.
Al tratarse de un estilo de liderazgo inflexible hasta cierto punto, el líder queda bastante expuesto en caso de que los resultados no sean los esperados, pues queda claro que las decisiones son suyas y solo suyas.
El liderazgo militar es un gran ejemplo de este liderazgo, pues permite que los cuerpos militares actúen con extrema coordinación, aún bajo situaciones de mucho estrés. Además, es un liderazgo altamente formal y estratégico, así como efectivo, pues los objetivos establecidos se deben cumplir sí o sí.
Liderazgo transaccional
Esta clase de liderazgo necesita un líder que sea experto en negociación, pues se requiere obtener resultados que se basan en transacciones, lo que a su implica dar algo para obtener algo a cambio.
El líder transaccional sabe que para avanzar debe crear relaciones ganar-ganar, en las cuales él obtenga lo que espera de cada miembro de su equipo, y cada colaborador obtenga algo para sí mismo, al tiempo que aporta para lograr los objetivos del propio equipo.
Para establecer un liderazgo transaccional hay que ser muy hábil en la determinación de los principales motivadores de cada persona, pues aquello que impulsa a cada una es distinto y se debe tener tacto para encontrarlos.
Liderazgo transformacional
Este es quizá el tipo de liderazgo más difícil de establecer, porque requiere que el líder sea una figura a seguir que inspire a todos los demás. La base para que un liderazgo transformacional funcione radica en que el líder sea una persona con elevado grado de empatía, capaz de entender los cambios que cada miembro del equipo necesita para mejorar. También se le conoce como liderazgo visionario.
Además, un líder transformacional pone el ejemplo, por lo que es capaz de ponerse a prueba en todo momento, algo que no es para cualquiera, sino que solo un líder experimentado puede llegar a tal punto.
Recuerda que, antes de querer cambiar a alguien, tú tienes que estar dispuesto a cambiar, de lo contrario encontrarás mucha resistencia que posiblemente te derrotará en algún momento.
Liderazgo situacional
En teoría es uno de los tipos de liderazgo más sencillos, porque implica que el líder se debe comportar y actuar de distintas maneras para adaptarse a situaciones variadas. Pero esto está lejos de ser así.
Ser un líder situacional requiere mucha experiencia, por lo que solo los líderes con mucha trayectoria pueden lograrlo con éxito. El punto clave del asunto es que tratar a cada compañero de acuerdo a sus circunstancias propias derivar rápidamente en injusticias, porque cuando no se aplican las mismas reglas a todos alguien va a protestar más pronto que tarde.
Además, para establecer un liderazgo situacional es necesario que los niveles de confianza del equipo estén en su máximo, una característica que solo poseen los equipos de alto rendimiento con gran integración.
Liderazgo delegativo
Para ser un líder delegativo es fundamental ser un experto en la delegación de tareas, una actividad que parece sencilla hasta el momento que se realiza, que es cuando se da uno cuenta de la gran responsabilidad que implica. Delegar tareas es la mejor manera de que otros adquieran la experiencia que necesitan.
Otros tipos de liderazgo
Además de los tipos de liderazgo anteriores podemos hacer mención de varios más:
• Liderazgo empresarial: También es conocido como liderazgo organizacional o liderazgo directivo, ya que se puede aplicar a cualquier tipo de organización, no solo a empresas. Se basa en determinar ciertos objetivos que deben ser cumplidos en determinado período de tiempo, para posteriormente establecer cada una de las acciones que permitirán lograrlos.
• Liderazgo ético: Se basa en el cumplimiento de las normas éticas que rigen nuestra sociedad, así como sus relaciones con la moral y el comportamiento humano. Es decir, su base de funcionamiento es determinar lo que está bien visto y mal visto por la sociedad, de modo que se mantenga dentro de los límites aceptables.
• Liderazgo estratégico: Un líder estratega es aquel que se rige por sobre todas las cosas por una estrategia que él mismo ha desarrollado, y está comprometido a seguirla hasta sus últimas consecuencias. Aunque claro, la estrategia puede sufrir modificaciones, ya que no adaptarla a las condiciones cambiantes de la realidad sería un error grave. Por lo tanto, el liderazgo estratégico requiere no solo de establecer una estrategia y seguirla, sino de saber adaptar la misma cuando sea necesario.
• Liderazgo efectivo: Para definir esta clase de liderazgo se puede decir que se basa en la frase “el fin justifica a los medios”, lo que indica que a toda costa se deben de cumplir con los objetivos establecidos, sin importar lo que se tenga que hacer para lograrlos.
• Liderazgo positivo: Un líder positivo es aquel que, sin importar los obstáculos, está siempre dispuesto a seguir adelante, y además lo hace con una mentalidad positiva, la cual permea a todos los miembros del equipo. Para establecer un liderazgo positivo hay que aceptar dos cuestiones: 1) no se puede estar preparado para todo y seguramente algo saldrá mal, 2) confío en mí mismo y en mi equipo para solucionar cualquier problema que tengamos.
• Liderazgo social: Cuando hablamos de un líder social hablamos de alguien altamente respetado por la comunidad, por lo que también se le conoce como liderazgo comunitario. La base de este liderazgo es el liderazgo ético, ya que las personas quieren seguir a alguien a quien consideren bueno y que cumpla con los lineamientos de la sociedad.
Competencias de un líder
Cuando hablo de liderazgo me gusta referirme a competencias, porque una competencia es la capacidad que tiene una persona para desarrollar una actividad con la actitud adecuada, por lo que el mismo concepto se refiere a actitud y capacidad, una combinación fundamental para liderar con éxito.
Para dejar más claro el concepto de competencia te puede decir que la actitud es el “saber ser”, mientras que la capacidad, que comprende conocimiento y habilidad, es el “saber” y el “saber hacer”, respectivamente. Estos tres conceptos son fundamentales para convertirse en un gran líder.
Dependiendo del tipo de líder se requieren competencias específicas, por lo que te podría enumerar varias decenas de competencias deseables para el liderazgo. Pero no hay líder que pueda tenerlas todas, en parte porque no se requiere y en parte porque no es viable. Sin embargo, desde mi punto de vista, las competencias generales totalmente deseables para ser un gran líder son las siguientes:
Innovación constante
Para ser un buen líder es necesario que en todo momento se esté buscando como se puede mejorar la manera de trabajar. Porque todo, absolutamente todo, se puede mejorar.
Hay que mencionar que, si nos ponemos muy estrictos, la verdadera innovación implica pasar de cero a uno, es decir, crear algo que realmente no existe aún y que representa un cambio radical.
Claro que no me voy a poner tan estricto, ya que considero que innovar, a grandes rasgos, se refiere a cambiar la manera de hacer las cosas, siempre considerando al menos una mejora importante, ya que si esta no ocurre, más que innovar solo estamos haciendo lo mismo de manera distinta.
Entonces, una de las grandes tareas de un líder es encontrar y probar maneras distintas de hacer lo que se debe hacer. A veces se tiene que cambiar solo un tornillo de la maquinaria, y otras hay que reemplazar por completo el motor, y como no existe un manual que indique cuándo hacer qué cambio, el líder es quien debe tomar la decisión, aceptar las consecuencias y aprender de los resultados.
Ahora bien, la parte complicada de la innovación es mantenerla de forma constante, lo que siempre resulta curioso. ¿Alguna vez has escuchado que lo único constante es el cambio? Hacer un par de mejoras cualquiera lo logra, pero establecer un sistema que permita enfocarse en la mejora en todo momento requiere de mucha flexibilidad.
Responsabilidad total
Walt Kelly dijo alguna vez: “Hemos encontrado al enemigo, y somos nosotros mismos”. La mayoría de la gente realmente no tiene que preocuparse de la competencia, sino que debe ocuparse de controlarse a sí mismo.
Uno de los principios fundamentales del “Manual de liderazgo” de John Maxwell dice que la persona más difícil de dirigir siempre es usted mismo, por lo que aprender y practicar el autocontrol es imprescindible.
Además, un líder debe regirse por normas más estrictas que las que aplican a los demás. Esto porque un líder es, además de responsable por sus acciones, responsable por las acciones de las personas a las que dirige.
Dichas normas deben ser autoimpuestas, pues al ser el líder y estar en la cima no habrá nadie más que las imponga; se trata de autodisciplina, uno de los mayores ejercicios que requiere el liderazgo.
Por último, ser líder no es un derecho, es una responsabilidad que se gana y/o se otorga. Se gana de muchas maneras, pero principalmente aprendiendo a seguir y buscando rendir cuentas siempre.
Y cuando el liderazgo se otorga hablamos de un líder posicional, muy común en las empresas cuando se designan nuevos jefes, en cuyo caso no hay que depender del título para convencer a los demás.
Planeación estratégica
La planeación estratégica implica dominar la parte de “ciencia” del liderazgo, en la cual podemos agrupar todas aquellas actividades que requieren la aplicación de una mayor capacidad lógica-analítica.
Un líder actual tiene que saber manejar cuestiones tales como finanzas personales y empresariales, manejo de tiempos, asignación de actividades, determinación de posiciones, por mencionar solo algunas.
Pero, ¿qué determina si un líder saldrá a enfrentar con éxito los desafíos que le toquen? Son muchos los factores que intervienen, pero el más determinante es cómo maneja ciertos momentos críticos de su vida.
Salir al frente durante los llamados “momentos definitivos” es clave para enfrentar los desafíos con éxito, pero dichos momentos son impredecibles y lo que se debe hacer es afrontarlos y no dejarlos pasar.
Además, de forma constante un líder debe dosificar los recursos tangibles e intangibles con los que cuenta, pues si se llega a quedar sin ellos, porque los ha gastado innecesariamente, tendrá problemas para lograr los objetivos.
Y aunque los recursos tangibles son importantes, algunos recursos intangibles son claves, como la motivación, que resulta un combustible muy potente cuando se utiliza de forma adecuada, lo que es responsabilidad del líder.
Comunicación efectiva
La comunicación efectiva es la base de la parte de “arte” del liderazgo y requiere de una mayor capacidad lingüística-emocional para desarrollar actividades relacionadas con estas inteligencias.
Algunas de estas actividades son hablar en público, establecer conexiones emocionales, aumentar la motivación de un grupo, trabajar en equipo de forma coordinada, solo por mencionar algunas.
Además, para comunicar un buen líder debe saber contar historias con las que las personas se identifiquen, de modo que sientan una motivación intrínseca de entrar en acción.
Actualmente le llamamos storytelling al arte de contar historias que inspiren, pero no es más que la modernización de esta actividad que desde siempre los grandes líderes han llevado a cabo.
¿Y cómo convence un líder cuando habla? Hay dos puntos principales, el primero es argumentar sus ideas en todo momento, evitando utilizar de algún modo su posición en la cima como validador último.
El otro punto es personalizar mensajes, lo que se realiza a través de la segmentación de audiencias, lo que implica que se le puede decir lo mismo a dos grupos distintos hablándoles incluso en diferentes canales y tonos.
Mantener el entusiasmo
Sin importar que tan bueno sea un líder, siempre enfrentará retos nuevos, algunos de los cuales realmente serán problemas que le supongan esforzarse al máximo. En estas situaciones difíciles, que posiblemente superen su habilidades y conocimientos, es cuando más debe mantener encendida la chispa del entusiasmo.
Parafraseando a Rocky Balboa: “no importa que tan duro pegues, la vida siempre va a golpearte más duro, por lo que no se trata de quien pegue más, sino de quien resista más”, y son aquellos grandes líderes que hemos visto los que han sabido como resistir mucho más a los embates de la vida.
Porque mantener el entusiasmo en las situaciones sencillas es algo que todos podemos hacer con relativa facilidad, pero hacer lo mismo en las situaciones complicadas ya no resulta nada fácil. Y esto es algo que separa a los grandes del promedio.
Características de un líder
También existen muchas características deseadas para un líder, algunas más específicas que otras, las cuales responden a las necesidades de las circunstancias en las cuales se vaya a establecer el liderazgo.
Te comento las principales características generales que, sin importar la clase de liderazgo que se ejerza, son fundamentales para hacerlo con éxito:
Pone el ejemplo
Como líder, no hay nada más poderoso que poner el ejemplo a los demás. Se puede hablar todo lo que se quiera, pero no hay nada que explique mejor que el ejemplo, porque al “demostrar” que se puede hacer los demás lo harán.
Es por ello que el líder no solo dice lo que se tiene que hacer, sino que muestra como se hace, ya que el ejemplo es uno de los recursos más poderosos que existen y un buen líder hace uso de él en cualquier oportunidad.
Además, un líder toma la primera línea y se pone al frente cuando hay peligro, refiriéndonos a que debe dar la cara en los momentos complicados, que es cuando más se le necesita, y de hecho aquí es cuando los líderes resaltan.
Este punto distingue muy bien a los buenos líderes de los malos, ya que estos últimos son más visibles cuando las cosas van bien, pero se esconden cuando hay problemas. Los buenos líderes actúan de forma opuesta.
Y por supuesto, como líder muchas veces se deben emprender acciones impopulares pero necesarias a largo plazo. Se trata de tener confianza en la visión establecida, porque las quejas serán interminables.
Incluso es posible que pase mucho tiempo antes de que los demás se den cuenta de que dichas acciones eran necesarias y le agradezcan al líder, pero mientras tanto este debe ser fuerte y soportar las críticas.
Desarrolla empatía
La empatía es una fuerza poderosa capaz de unir a cualquier equipo de manera tan sólida que puede lograr lo que se proponga. Es por ello que los grandes líderes entienden lo que la empatía significa, de modo que la desarrollan de manera sorprendente.
Porque todos queremos ser comprendidos, así como trabajar en algo que tenga un significado para nosotros. Sin empatía es difícil comprender en qué punto se encuentra cada colaborador actualmente y dónde quisiera estar más adelante.
Ser empático, aun así, no es nada sencillo, pues requiere un nivel real de preocupación por las personas, para entender sus problemas y motivaciones, ya que de lo contrario no será posible saber que mantiene ocupada su mente.
Tiene claridad de ideas
Otra característica fundamental de un líder es que debe tener claridad de ideas en todo momento, principalmente porque es el que define el camino a seguir, pero también porque los demás siempre estarán cuestionando.
Por lo tanto, un líder debe saber hacia dónde hay que ir, no porque sea el salvador de todos, sino porque es el primero que debe tener bien clara la visión del grupo, algo imprescindible para ser nombrado como líder.
También es importante que el líder convenza cuando se comunique con los demás, lo que hará siempre y cuando tenga claro lo que quiere y debe decir. Y esta claridad al hablar viene precedida de mucho análisis.
Es importante separar las cosas que se quieren decir de las que se deben decir, pues las primeras se hablan con gusto y menos preparación, pero para las segundas se requiere de saber exactamente qué y cómo se va a hablar.
Y por último, un líder no debería hablar de aquello que no tiene claro, porque su posicionamiento respecto a cualquier tema sea adecuado o no, influirá en la decisión de muchas personas de manera que será difícil revertir.
Por ello, y como un líder no puede conocer de todos los temas, este debe tener su grupo de asesores, que sean expertos en materias distintas, de modo que le puedan dar un consejo en los momentos importantes.
Presenta actitud asertiva
La tercera y última característica que para mí es fundamental en un líder es tener una actitud asertiva, lo que implica encontrar el equilibrio entre las partes agresiva y pasiva de la personalidad de cualquier persona.
Y para ser asertivo es importante actuar de forma circunstancial, adaptándose siempre al momento y lugar en que se encuentre, ya que en dependencia de este modificará su actitud, sin salirse de un rango fuera del cual no sería él.
Es decir, es fundamental que un líder mantenga su esencia en cualquier circunstancia, de manera que se respete a sí mismo y respete la posición de liderazgo que ejerce; cuando falle en este punto perderá credibilidad.
Esto no es nada del otro mundo, porque todos somos circunstanciales en determinados momentos: no nos comportamos igual con nuestros amigos de toda la vida que con un desconocido, por ejemplo.
Y un punto fundamental para ser asertivo son los momentos de premio-castigo. Todo buen líder sabe a la perfección que los elogios se expresan en público, mientras que los regaños se hacen en privado.
¿Por qué debería ser así? El poder de los momentos negativos es tal que pesan tres veces más que los momentos positivos, por lo tanto, los premios se dan en público, para que se genere un refuerzo positivo mucho mayor.
Muestra valentía en situaciones difíciles
Cualquier líder enfrentará situaciones difíciles, en especial cuando menos se lo espera. Se trata de momentos que tienen el poder de definir su liderazgo, de modo que debe enfocarse en solucionarlos de la mejor manera en el menor tiempo posible.
Debemos ser conscientes de que una situación difícil complica en todos los sentidos el trabajo de un equipo, pero lo que es realmente preocupante es que afecte el estado anímico de los colaboradores. Una vez que se tiene una afectación a nivel mental, constará trabajo volver a la normalidad.
A pesar de esto, de la mayoría de situaciones complicadas se puede salir fortalecido, lo que por supuesto depende en gran medida del líder. Si su mentalidad es fuerte entonces usará cada obstáculo para fortalecer a su equipo.
Además, cuando un líder da la cara por su equipo en las situaciones difíciles, lo que está haciendo es indicar que está dispuesto a llevarse la peor parte, algo que sin duda será valorado por los demás. Este simple acto puede generar una mayor fuerza de atracción hacia el líder, sólo por estar ahí cuando más se requiere.
Herramientas del líder
Una vez que hemos hablado sobre las competencias y las características de un líder, es momento de mencionar sobre las herramientas que tiene para mejorar su liderazgo, de las cuales también dispone bastantes, pero en este momento haré énfasis en las que considero fundamentales para mejorar desde el primero momento de su aplicación.
Escucha activa
La escucha activa es una técnica específica de la comunicación humana, la cual define una serie de actitudes y comportamientos que preparan al receptor a escuchar a la persona que habla y a proporcionar respuestas.
Cuando hablamos de escucha activa nos referimos a la habilidad de entender lo que se está diciendo, no solo a través de la escucha en sí misma, sino comprendiendo las ideas, pensamientos y sentimientos de la otra persona.
Si queremos practicar la escucha activa podemos comenzar con la pregunta: ¿Cómo puedo ayudarte?, Eso sí, es importante conocer principales los obstáculos que encontraremos: atención dividida y atención egoísta.
La atención dividida ocurre cuando prestamos atención a varios estímulos al mismo tiempo, de forma tal que realmente no nos concentramos en ninguno, lo que ocurre mucho a personas con poca capacidad de atención.
Y la atención egoísta es cuando estamos más enfocados a lo que vamos a responder que a lo que nos están diciendo, lo que refleja una gran falta de interés en lo que la otra parte está diciendo.
Y también existen activadores para poner en marcha la escucha activa. Uno es parafrasear las partes más relevantes de la conversación y el otro validar lo que la otra persona está expresando aunque no se esté de acuerdo.
Inclusión participativa
El líder es y será responsable por todas y cada una de las decisiones que elija, pero nunca deberá elegir sin antes considerar la opinión de sus seguidores. De hecho, hacer partícipes a otros de la toma de decisiones es muy importante.
Por lo tanto, debe hacer uso de una gran herramienta, cuya pregunta clave es: ¿Tú qué piensas? Puede parecer una pregunta sencilla, pero tiene mucho poder, porque todos queremos que nuestra opinión sea tomada en cuenta.
Cabe aclarar que, aunque pida consejo y lo siga, la responsabilidad por los resultados seguirá siendo suya solamente, ya que en caso de comenzar a repartir culpas estará destruyendo las ganas de participar de los demás.
Eso sí, cada líder debe establecer los tiempos, canales y formas en los que escuchará la opinión de los demás, pues si no establece estos lineamientos sus seguidores querrán darle consejo en todo momento.
Y es importante destinar tiempo porque escuchar con atención a otros es una actividad exclusiva y jamás debería hacerse otra actividad diferente mientras se hace. Es una regla básica de respeto.
Cuando tu mensaje llegue a los demás, porque tanto como hablas y actúas concuerda, entonces comenzarás a generar confianza, indispensable para ser un líder que trascienda.
Generación de confianza
El líder debe generar una relación de confianza mutua con sus seguidores, es decir, así como los seguidores confían en que su líder hará lo mejor para todos, el líder debe confiar en que ellos harán lo que les corresponde.
Esta forma de afrontar las situaciones tiene sus riesgos, porque siempre habrá quien no cumpla con su parte, pero no por uno los demás deben verse perjudicados, pues recordemos que liderazgo es ver por el bien mayor.
Una herramienta que el líder puede y debe utilizar para generar confianza es la frase: ¡Confío en ti! Se trata de una expresión que bien implementada puede empoderar a las personas de un equipo de una forma fascinante.
Aunque eso sí, para que la frase tenga valor debe utilizarse de forma adecuada, en situaciones que realmente ameriten expresarla, ya que si se usa para todo perderá su valor.
Y muy importante, un líder debe ser consciente de que no puede usar esta expresión si realmente no confía totalmente en la persona a la que se la está diciendo, porque tendrá una lucha interna que lo podría dejar en evidencia.
La confianza es algo muy difícil de ganar, que cuando se tiene permite que los miembros de un grupo se unifiquen de tal manera que consoliden un solo elemento, pero que se puede perder con cualquier error.
Valoración de situaciones
Los buenos líderes son conscientes de que no pueden emitir opiniones, juicios y castigos sin entender completamente la situación que se está dando. Por lo tanto, es fundamental que un líder valore la situación antes de tomar cualquier decisión.
Recuerda que toda historia tiene al menos dos puntos de vista que no necesariamente son opuesta, ya que por lo general nadie tiene la verdad absoluta y cada quien actúa desde lo que ve y conoce. Este mero hecho hace que valorar mal una situación complicada sea bastante sencillo, y más de un líder novato ha caído en el error de querer dar una solución inmediata cuando no conoce a detalle que ha sucedido.
Para convertirse en un buen líder hay que saber actuar rápido, pero también hay que entender que ciertas situaciones requieren prudencia. Incluso muchas veces se hace necesario contar con gente de confianza que tenga la capacidad de analizar situaciones complejas y emitir una opinión lo más justa posible, que será una especie de consejero.
Y aun así, la valoración de situaciones complejas siempre tendrá una parte de intuición, algo que solo se desarrolla con la experiencia que dan los años, ya que no todo puede ser valorado de forma totalmente objetiva.
Agradecimiento constante
Agradecer de forma sincera el esfuerzo, el trabajo, los resultados, etc., es una gran manera de convertirse en un líder respetado por la gente.
Los buenos líderes saben que ser agradecidos tiene consecuencias positivas en las personas, en especial porque esto es un acto de aprobación que permite saber que lo que se está haciendo va bien.
Además, ser agradecido implica estar en un nivel superior en lo que respecta a seguridad personal, pues alguien que no se siente establecido en su posición difícilmente agradecerá y felicitará a otro por su trabajo. Es, a fin de cuentas, una gran herramienta para motivar a la gente.
Grandes líderes del mundo
A lo largo de nuestra historia como humanidad han existido muchos grandes líderes: tecnológicos, científicos, sociales, religiosos, políticos y de otros tipos más. Cada uno de esos grandes líderes ha dejado una huella muy profunda en nuestra historia.
Son muchos los líderes que podría ponerte como ejemplo y seguramente no les haría justicia a todos. Por ello solo te mencionaré algunos de los que considero grandes líderes, indicando porque los pongo en lo lista y lo que podemos aprender de ellos.
Nelson Mandela
Siempre me ha intrigado como una persona que ha pasado tantos años en prisión puede salir y generar un cambio en todo un país. Tanto me interesa este punto que hace algún tiempo compré El largo camino hacia la libertad, su libro autobiográfico en el cual cuenta su historia.
Son muchos los aspectos del liderazgo de Nelson Mandela de los que podemos aprender. Destaca el hecho de que aceptó y aprendió de los errores que cometió, además de que generó un cambio, no solo por sus palabras sino por sus actos.
Este líder político encabezó el movimiento para eliminar el Apartheid, un sistema social y político basado en la segregación racial. Claro que tuvo apoyo de muchísima gente, pero no queda duda de que el movimiento se consolido alrededor de él debido a que era la persona indicada para marcar una diferencia en ese momento.
Elon Musk
Te guste o no, este líder tecnológico está impulsando cosas que la gran mayoría creía imposible hace algunos años. Y lo más sorprendente es que está cambiando paradigmas en más de una industria, algo tan inverosímil que aún hoy en día cada que dice que hará algo surgen las multitudes de detractores.
Musk está cambiando radicalmente las industrias automotriz, fotovoltaica y espacial, por considerar sólo sus tres empresas más mediáticas, las cuales por supuesto no son las únicas. Lo mejor de todo es que lo está haciendo contra todo pronóstico.
Este es un líder que nos ejemplifica cómo comprometernos al 100 por ciento con aquello que queremos lograr, pues en aquellas ocasiones en las que no le ha ido tan bien, incluso ha puesto en juego su patrimonio propio, como bien se indica en el libro El empresario que anticipa el futuro.
Satya Nadella
Te seré sincero, nunca fui un apasionado de Microsoft durante la gestión de Bill Gates y Steve Ballmer. De hecho no creía que la empresa podría sobrevivir con éxito a su época turbulenta a inicios de la década de 2010’s. Lo cual logró hacer gracias a Nadella.
Me llamó mucho la atención el resurgir de Microsoft, así que me dispuse a leer el libro Oprime refrescar, autobiografía de Nadella. Y vaya que me encontré con un líder en toda forma, uno que desde mi punto de vista es bastante completo, pues conjuga el buen trato a la gente con el desarrollo de los planes estratégicos, dos cuestiones fundamentales para ser un líder exitoso.
Este gran líder tecnológico va más allá de la tecnología, pues se enfoca realmente en las personas, y ha enfocado la compañía a solucionar problemas reales de personas reales, con lo cual ha impulsado el nuevo resurgir de la empresa.
Conclusión
Con este resumen sobre los fundamentos del liderazgo he querido presentar lo que yo considero como las claves imprescindibles para comprender el tema. Sin embargo, para mejorar como líder es necesario empezar a practicar y compartir lo aprendido, ya que el liderazgo es un proceso que podría no tener un final. Y antes de finalizar algunas ideas más.
Ideas finales
Antes de terminar quiero compartir algunas ideas finales sobre liderazgo, las cuales considero que un líder debe tener presentes, ya sea para hacer lo correcto aun cuando sea difícil o para ser consciente de su responsabilidad.
“El buen liderazgo siempre hace una diferencia”, si un líder no está representando una diferencia en la vida de otros, entonces no es realmente un líder, solo tiene una posición de mando pero no ejerce adecuadamente.
“Un líder es un líder solo si tiene seguidores”, claro que uno se puede autodirigir, lo que es un paso fundamental para después dirigir a otros, pero las cosas como son, si no tienes seguidores no has llegado a ser un líder.
“Si se siente solo en la cima algo no está haciendo bien”, que se relaciona con el punto anterior, porque hay quienes en el camino hacia la cima se olvidan de los demás, y entonces, están donde querían estar, pero se encuentran solos.
“Los momentos definitivos definen su liderazgo”, siempre habrá algunos grandes momentos en la vida de todo líder, en los que tendrá que levantarse e incitar un cambio, y si los deja pasar habrá perdido su oportunidad.
“Los grandes líderes se mantienen en un proceso de aprendizaje”, estando dicho proceso dentro de un contexto significativo, lo que implica que lo aprendido es necesario para hacer algo y que se pone en práctica.
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