Las finanzas personales implican la gestión correcta de nuestro dinero, con el objetivo de alcanzar la seguridad económica y la libertad financiera en algún momento. Es decir, debemos cuidar en todo momento nuestro balance final, que no es más que la relación entre los ingresos y los egresos que tenemos en cierto período de tiempo.
Paradigmas sobre el dinero
La mayoría de nosotros tenemos creencias negativas sobre el tema del dinero, las cuáles han sido arraigadas en nuestra mente desde que éramos pequeños. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer para tener unas buenas finanzas personales es eliminar esos paradigmas que nos perjudican.
Tú no tienes la culpa por lo que tus padres te hayan enseñado acerca del dinero, pero si tienes la culpa si no eliminas esas creencias. Porque hasta que no lo hagas difícilmente vas a tener una buena relación con el dinero, algo imprescindible para tener unas finanzas estables a lo largo de tu vida adulta.
De hecho, el dinero no es ni bueno ni malo, connotaciones que comúnmente le damos y que no tienen sentido. El dinero es una herramienta y dependiendo como se le utilice puede tener repercusiones positivas o negativas. Así que, ¿cuál es tu objetivo para aumentar la cantidad de dinero que tienes?
Empieza anotando todo
Sé que hay muchas aplicaciones que te permiten llevar tus finanzas personales, pero de una vez te digo que no te servirán mucho si no entiendes que se trata solamente de herramientas, por lo que tienes que aprender a implementarlas. Y nunca vayas a creer que tus finanzas estarán saludables solo por utilizarlas.
De hecho, si actualmente no tienes unas buenas finanzas personales conozco un solo camino para empezar a enderezar tu situación: comienza a anotar todos los movimientos de dinero que tengas, tanto ingresos como egresos, y necesitas hacer esto por un mínimo de tres meses, para tener un historial.
De esta manera podrás darte cuenta rápidamente de en qué rubros estás gastando más de la cuenta, pero también entenderás cuáles son tus hábitos negativos de consumo, pues seguramente estás gastando en cuestiones que no necesitas y que responden simplemente a caprichos emocionales.
No es cuánto ganas
Muchas personas creen que para mejorar sus finanzas personales necesitan ganar más dinero y aunque esto ayuda hasta cierto punto no se trata de la solución mágica. Conozco muchos profesionistas con buenos sueldos que a final de mes no tienen un peso en el bolsillo e incluso están con deudas en varios lugares.
La clave radica más bien en cuánto te queda de lo que ingresas después de realizar tus pagos y compras, es decir, cuál es tu balance a final de mes. Alguien que gana $10,000 y le quedan $3,000 tiene mejor balance que alguien que gana $25,000 y le quedan $2,000. ¿Entiendes de que se trata esto?
Claro que ganar más podría ayudarte muchísimo a mejorar tus finanzas personales, siempre y cuando hayas entendido el punto anterior, es decir, que a final de cada mes vaya aumentando tu balance total. De esta manera comenzarás a construir un colchón para cuando tengas alguna emergencia no vayas y te endeudes.
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